Lo erótico está de moda

06.09.2012 21:06

 

¿Acaso alguna vez no lo estuvo? La cuestión es que si echamos un vistazo a las listas de libros más vendidos en todas las plataformas y en todos los formatos resulta que la trilogía de Cincuenta sombras de Grey copa los primeros puestos. En España, en Estados Unidos, en Gran Bretaña, en Italia...

Las opiniones no son unánimemente positivas, más bien al contrario, y los precios no son de ganga, ni mucho menos; sin embargo, el público lector se vuelca, ávido por conocer lo que se esconde bajo esas sombras. Ciertamente, mercadotecnia y sexo ha resultado ser una combinación irresistible.

 

Regresemos a terrenos más modestos y cercanos. La escritora Magüi Cabral ha conseguido más de 250.000 lecturas en Wattpad.

https://www.wattpad.com/story/388017-los-cr%C3%ADmenes-de-vilafont

Es conocida como la Rubia de la Bici. ¿No resulta sugestivo ese apelativo? ¿Tantos seguidores en Wattpad se debe a eso? Debo decir que aunque no he leído aún su exitosa novela “Los crímenes de Vilafont” (que pueden encontrar en Amazon por menos de un euro en este enlace: https://www.amazon.es/LOS-CR%C3%8DMENES-DE-VILAFONT-ebook/dp/B0078E5OXY ), sí que leí el relato erótico “La colada es cosa mía” publicado en su blog y me pareció muy bueno. ¿A que no pueden dejar de echar un vistazo? 

https://larubiadelabici.blogspot.com.es/2012/06/la-colada-es-cosa-mia.html

A lo que iba, que conociendo esta historia, cuando me disponía a publicar El eterno olvido en Wattpad, pasó por mi cabeza fugazmente una idea: ¿y si me presentaba en ese medio como el Calvo del Patinete? ¿Se habrían multiplicado mis lecturas? ¿Ustedes que creen? Me lo imagino, ja,ja, que estamos hablando del gancho que pueda tener lo erótico, no lo ridículo.

 

Lo siguiente sí que encaja en este tema: un pasaje de El eterno olvido en la calenturienta imaginación del malvado Flenden. Sean felices.

 

“Conversaban sobre su admirado Nietzsche embriagados por el aroma del mejor vino. Ella lucía un elegante vestido negro a media pierna y debatían sobre el nihilismo mientras sus pies se rozaban bajo la mesa. La chica lo contemplaba entusiasmada por su plática, con la boca entreabierta, derrochando sensualidad. Empapado de lascivia se levantó para sentarse a su lado, y las yemas de sus dedos comenzaron a buscar la comisura de sus largas piernas, percibiendo el fuego allí escondido mientras ella le correspondía sonriendo con picardía, destensando los músculos de sus muslos para facilitarle el acceso. Cada milímetro que avanzaba aumentaba el calor y el placentero dolor de su descontrolada erección...”