Las blogueras literarias hablan

26.12.2011 12:36

 

Una de las cosas más gratificantes de cuantas me ha traído la publicación de El eterno olvido ha sido conocer los blogs literarios. Detrás de ellos hay personas (curiosamente, la mayoría chicas) que aman la literatura. Con tanta intensidad que, además de dedicar la mayor parte de su tiempo libre a la lectura, emplean el poquito que les queda en dar a conocer los libros, en volcar en el ciberespacio los sentimientos que les transmiten esas páginas. 

 

He querido brindarles mi particular homenaje, en forma de una pequeña entrevista, para que conozcamos un poco mejor a estas incansables blogueras, importantísimas aunque se muevan entre las bambalinas literarias. Hubiera preferido que estuvieran muchas más, pero de alguna manera había que limitar el espacio. Espero que el resto me disculpe.

 

Los que no conocéis este mundillo os vais a sorprender solo con la presentación; no dudéis en visitar sus blogs y leer las reseñas. Ya me contaréis si valió o no la pena.

 

Entrad en mi página de Facebook, y en la referencia a este enlace os invito a participar a todos: autores, lectores y blogueros.

https://www.facebook.com/groups/166021693413802/

 

 

Mi sala de lectura

Ana, Toledo, 29 años, 200 lecturas, 30 reseñas.

 

La librería de Brisa

Analia Alvira, Argentina, 26 años, 800 lecturas, 50 reseñas.

 

Espíritu libre

Aran, Valencia, 36 años, 600 lecturas, 65 reseñas.

 

Libros que hay que leer

Consuelo, San Sebastián, 41 años, 1300 lecturas, 500 reseñas.

 

El mundo de Dsdmona

Dsdmona, Barcelona, 35 años, 1300 lecturas, 250 reseñas.

 

Mi vida sin libros

Elena, Logroño, 30 años, 1500 lecturas, 47 reseñas.

 

La palabra pronunciada

Inés, Valencia, 31 años, 1200 lecturas, 60 reseñas.

 

Novelas y palomitas

June, Oviedo, cerca de los 30 años, 1500 lecturas, 28 reseñas.

 

Leo, luego existo

Lady Boheme, Madrid, 25 años, 600 lecturas, 120 reseñas.

 

Caminando entre libros

Laura, Asturias, 25 años, 1500 lecturas, 60 reseñas.

 

Libros que voy leyendo   

Lourdes, Madrid, 29 años, 1700 lecturas, 160 reseñas.

 

Las mariposas producen huracanes

Manjo Exlibris, Melilla, 22 años,1700 lecturas, 220 reseñas.

 

El marcapáginas de mis libros

Marisol, Málaga, 18 años, 150 lecturas, 37 reseñas.

 

Con un libro en la mano

Pilar, Madrid, 55 años, 2500 lecturas, 112 reseñas.

 

Estantes llenos

Sandra, Barcelona, 35 años, 500 lecturas, 30 reseñas.

 

El universo de los libros

Tatty, León, Treintaypocos años, 800 lecturas, 70 reseñas.

 

El librero de Tetsu Hana

Verónica, México, 34 años, 320 lecturas, 125 reseñas.

 

La vida secreta de los libros

Virginia, Madrid, 23 años, 750 lecturas, 102 reseñas.

 

 

 

¿Cuál es la principal virtud de un libro?

 

Ana (Mi sala de lectura): Que las palabras fluyan formando un mundo en mi imaginación donde pueda visualizar cada una de las escenas que el autor me está describiendo.

Analia Alvira (La librería de Brisa): La virtud principal de un libro es el efecto inmediato que causa en el lector (sea de cualquier género) en las pocas páginas  que se empieza a leer. Aunque diría que antes de ser leído, el libro se caracteriza "por cierto hechizo" hacia el lector, que impulsa a este a su compra (repito, más allá del género y la historia que en él contenga) o a su préstamo, que parte de la curiosidad, con el ansia (incluso la desesperación) de descubrir qué mundo se encierra en sus páginas, qué secreto, qué historia hay en un libro y del cual solo aquel que se considera lector es su único testigo, porque el que no lee, jamás podrá navegar en ese océano de aventuras.

Aran (Espíritu libre): La capacidad que tiene de hacerte vivir experiencias nuevas mientras lees, y los sentimientos que puede llegar a transmitir. Me gusta que me acompañe en mis buenos momentos, y me ayude a evadirme en los que no lo son tanto.

Consuelo (Libros que hay que leer): Que me emocione, que me transmita algo. Si es de humor, que me haga sonreír; si es triste, que me haga llorar; si es de misterio que me mantenga intrigada; si es de terror, que me dé miedo...; se trata de que me haga sentir. Lo peor para mí es que un libro me deje fría.

Dsdmona (El mundo de Dsdmona): La capacidad de transportar al lector a mundos, sensaciones, vidas... desconocidas para él y ser capaz de creer que se está ante algo verdadero... entretener, airear, distraer, enseñar.

Elena (Mi vida sin libros): El poder de evasión. Lo tengo bien claro desde siempre que leo para poder evadirme de la realidad y conocer un mundo distinto al actual, conocer a personas distintas, lugares e incluso vivir en otras épocas y sentir lo mismo que el protagonista o secundarios.

Inés (La palabra pronunciada):  Para mí es la capacidad de atraparme en la historia a través de algún personaje. Siempre me "enamoro" de alguno y a partir de ahí sigo leyendo hasta el final.

June (Novelas y palomitas): No estoy segura de que se pueda hablar de virtudes en los objetos inanimados pero creo que lo fundamental en todo libro es la transmisión, ya sean datos, emociones... y lo primero que debe hacer es conseguir transmitir (pero eso lo dejamos sólo para los buenos libros)

Lady Boheme (Leo, luego existo): Un libro es un instrumento maravilloso para perderse, para viajar, para olvidarse del mundo real y vivir mil aventuras. La principal virtud quizá sea precisamente esa: que nos hace vivir historias que, de otra manera, jamás conoceríamos (¡aunque algunas tampoco es que quiera conocerlas!).

Laura (Caminando entre libros):  Aun a sabiendas de que puede sonar ambiguo, que aporte algo. Ese algo no tiene por qué ser siempre lo mismo, porque como lectores buscamos cosas diferentes en cada momento. Ese "algo" puede ser que te enganche, que te evada, que te haga conocer temas y culturas desconocidos... Todo libro tiene una principal virtud, solo hay que buscarla.

Lourdes (Libros que voy leyendo): Entretener introduciéndote en la historia de tal manera que te olvides de lo que tienes alrededor. Pero también es importante que al cerrar el libro, tú sigas pensando en lo que acabas de leer, porque eso significa que has conseguido introducirte en la historia. 

Manjo Exlibris (Las mariposas producen huracanes): Creo que saber atrapar con la historia, acercarse a lo que una persona cualquiera puede sentir para conseguir que se sienta identificada y así disfrutar o hacer de la lectura un acto catártico.

Marisol (El marcapáginas de mis libros):  Lo que más aprecio de un libro es que te permite evadirte, te hace viajar a otras épocas o lugares. Aunque eso suene muy típico, es la verdad. Sin moverte del sitio puedes vivir muchas aventuras, una forma muy fácil de divertirte.

Pilar (Con un libro en la mano): En el momento presente, para mí, la principal virtud de un libro consiste en la capacidad de entretener, de atrapar mi atención y brindarme horas de placer. Si además me emociona, mucho mejor. Mis años de formación pasaron, y  hoy no sé si querría dedicar mi tiempo a libros sesudos y difíciles.

Sandra (Estantes llenos): La virtud principal es la de entretener. Un libro puede no ser una obra excelente, pero si realmente entretiene al lector ya tiene mucho ganado.

Tatty (El universo de los libros): Para mí la principal virtud de un libro es que te permite evadirte de la realidad, olvidar todo lo que te rodea y crear un nuevo mundo en tu mente en el que vives innumerables aventuras, viajas a lugares desconocidos y en muchas ocasiones adquieres nuevos conocimientos.

Verónica (El librero de Tetsu Hana): Su magia, los libros nos pueden dar de todo en la vida, un refugio, un sueño, una ilusión, una sorpresa, un viaje, un amor, un todo; en ellos se encuentra escondida la magia de la imaginación, de soñar, de creer, de vivir, de todo, son el mayor tesoro del mundo.

Virginia (La vida secreta de los libros): Creo que la principal virtud de un libro es la de transportarnos a otro mundo y poder evadirnos de la realidad, que por unas horas todos tus problemas se queden a un lado y puedas soñar con ese mundo que el libro te describe. Todos tenemos infinidad de problemas, algunos más grandes que otros, pero el saber que vas a coger un libro y que por un tiempo vas a poder evadirte de todos ellos es una cualidad que todo buen libro tiene o debería tener. También la capacidad de emocionarte, creo que es muy importante que un libro trasmita algo, que remueva algo dentro del lector y que en ocasiones le lleve a replantearse aspectos de su vida o que vea las cosas desde otra perspectiva.

 

 

¿Has llorado alguna vez mientras leías?

 

Ana (Mi sala de lectura): Si muchísimas veces, jejeje.

Analia Alvira (La librería de Brisa): ¡Muchísimas veces he llorado! Y como no me gusta llorar, los libros que se caracterizan por eso, los dejo últimos en la lista de lectura pendiente, porque para mi, que un libro te haga llorar, no significa que "es el mejor libro del año". De acuerdo a cuántas lágrimas gaste el lector, puede jugarle en contra.

Aran (Espíritu libre): Con más frecuencia de la que me gustaría, porque suelo huir de las historias dramáticas. Puedo leer alegremente sobre un posible apocalipsis si se trata de ciencia ficción, pero como esté leyendo una historia que puede ser real, acabo muy angustiada.

Consuelo (Libros que hay que leer):  Sí, bastante a menudo. Y son los libros de los que mejor recuerdo tengo. Me encantan los libros que me emocionan hasta el punto de hacerme llorar.

Dsdmona (El mundo de Dsdmona): Alguna vez si que lo he hecho, aunque muy pocas veces.

Elena (Mi vida sin libros): Sí, muchas veces. Recuerdo que Los Pilares de la Tierra fue el primer libro que me hizo reír y llorar, quizás por eso sea uno de mis libros preferidos. El poder sentir algo tan distinto mientras ibas leyendo me sorprendió gratamente.

Inés (La palabra pronunciada):  ¿Es una pregunta trampa? Pues claro que sí, con muchísimos libros he llorado. Recuerdo que con Señora de rojo sobre fondo gris de Delibes tuve que dejar el libro, irme a pasear y luego volver a cogerlo porque cogí un sofocón que no veía ni las letras.

June (Novelas y palomitas):  Ayer por la noche mismamente. La verdad es que soy una sensiblera de tomo y lomo (nunca mejor dicho). Me emociono con el arte, la poesía, la música y por supuesto las buenas novelas. También con los animales. Con las personas soy algo más fría. Qué cosas ¿no?

Lady Boheme (Leo, luego existo): Sí, unas cuantas.

Laura (Caminando entre libros):  Pues si... la primera vez que tengo recuerdo de haber llorado leyendo fue con "Las cinco personas que te encontrarás en el cielo" de Mich Albom. Y posteriormente con el quinto, sexto y séptimo de Harry Potter (y sin avergonzarme). Seguramente me habría pasado en otras ocasiones, pero la mayor parte de lo que leía era en el transporte publico y me da un poco de reparo que me vean llorar.

Lourdes (Libros que voy leyendo): Sí, y no sólo una vez, sino muchas. Sin embargo no suelo llorar con un determinado tipo de libros, puede ser de cualquier género, pero el mensaje me tiene que llegar al corazón.

Manjo Exlibris (Las mariposas producen huracanes): Sí, muchísimas veces, aun en libros que releo. 

Marisol (El marcapáginas de mis libros):  Sí, con la muerte de algún personaje que me gustase, o alguna frase con la que me identificara. Aunque han sido pocas veces, tristeza si que me han dado, pero llegar a llorar no muchas.

Pilar (Con un libro en la mano): Muchas veces. La última vez que se me han saltado unas lágrimas ha sido hace unos días, con el libro de Nuria Riera  “Una ola con sabor a pez”.

Sandra (Estantes llenos): ¡Muchas veces! Ahora mismo me viene de sopetón a la memoria la llorera inmensa que me produjo terminar las últimas páginas de "El niño con el pijama de rayas", de John Boyne.

Tatty (El universo de los libros):  Soy de lágrima dura, así que de momento ningún libro ha conseguido arrancarme más de una lágrima aunque sí los hay que me han emocionado como Cometas en el cielo, El cuaderno de Noah o Mil soles espléndidos.

Verónica (El librero de Tetsu Hana): No solo una, sino muchas, muchas más.

Virginia (La vida secreta de los libros): Muchísimas veces. Me gustan mucho las novelas realistas que tratan temas sociales bastante importantes, como son enfermedades, cualquier tipo de acoso, racismo, guerras, campos de concentración..., libros cuya mayor virtud es la de concienciar a la sociedad, hacer que miremos la vida con otros ojos mostrándonos cosas que desconocíamos o en las que nunca nos habíamos parado a pensar. Esos tipos de libros suelen ser bastante duros y yo que soy muy sensible y me emociono con nada, me paso la mitad del libro llorando a lágrima viva.

 

 

¿Qué opinas de las descargas ilegales?

 

Ana (Mi sala de lectura):  Creo que no hacen un bien ni a los escritores ni a la gente que nos gusta la lectura, ya que las editoriales pierden dinero y la forma de recuperarlo es aumentando el precio en los libros.

Analia Alvira (La librería de Brisa): Debo decir que estoy de acuerdo, porque llega a personas en cuyos países la edición de libros es limitada, como acá en Argentina, en cuyo país, no todos los libros que se editan en España llegan acá; Solo lo hacen aquellos que son de gran venta en el extranjero. Y, como en mi caso, llega a las manos de aquellas personas que tienen dificultades económicas para comprar un libro. Acá en Argentina están muy caros y, gracias a las descargas ilegales yo he podido disfrutar de muchísimos libros; Y por supuesto, fueron estas descargas las que lograron acabar con mi hambre de lectura. Pero, siempre voy a preferir toda la vida el libro en papel, porque no hay mejor momento que acariciar un libro y aspirar el olor que sus páginas contienen, sea ese olor a nuevo o esa fragancia tan propia de los libros viejos.

Aran (Espíritu libre): Opino que serían menos, si fueran más asequibles los precios de los libros electrónicos. Sobre todo las novedades. He visto algunas que cuestan un par de euros menos que la edición impresa, y en este caso prefiero sin duda el formato en papel. 

Consuelo (Libros que hay que leer):  Buf, vaya preguntita. Me gustaría que no existiesen y creo que no existirían si los ebooks tuviesen un precio razonable. No tiene ningún sentido que algo en el que tú haces todo el trabajo (buscar la página, elegir el libro, pagarlo, descargarlo, pasarlo a tu aparato -aparato que ha costado un dinerito y que supongo lleva adjunto el famoso canon digital) cueste lo que cuesta. Que la versión electrónica cueste 5 o 6 euros menos que la versión impresa es un abuso. También lo es que, cuando el libro ya no es novedad, se ofrezca a "tan solo" 10 euros, cuando en ese momento ya tenemos edición de bolsillo por ese precio. Un ebook no vale esos precios, aunque los cueste. Si los ebooks tuviesen precios razonables, creo que no habría -apenas- descargas ilegales. Creo que las editoriales están metiendo la pata. En el plano personal, he descargado libros. Normalmente son libros que tengo también en edición física -la electrónica me sirve de complemento- y, si no los tengo, son libros que en ningún caso me compraría. Ah, y una cosa, en principio tales descargas no son ilegales, quizás irregulares, quizás inmorales, pero de momento ilegales no.

Dsdmona (El mundo de Dsdmona): Entiendo que el "gratis" y el "no cuesta nada" es un recurso muy fácil pero a la vista de los precios actuales es como para pensárselo. Un libro electrónico que no puedes tocar, sentir, manosear no puede valer unos pocos euros menos que su edición papel, tengamos en cuanta que es sólo un enlace electrónico. Me gustan las propuestas que están saliendo ahora de libros electrónicos a un máximo de 10€, es un buen comienzo para que las descargas ilegales disminuyan.

Elena (Mi vida sin libros): Considero que es algo que está muy extendido hoy día y que pocas personas, por no decir ninguna, de las que conozco jamás han descargado algo ilegalmente o tienen un CD o DVD pirata (antes se hacía con las cintas de casette). Estoy en contra de la venta callejera por todo lo que conlleva detrás y el lucrarse por ello. Estoy con Neil Gaiman  y sus palabras: Neil Gaiman dice que un libro descargado por la piratería no representa una venta perdida, sino que se acerca más a un préstamo. Es una forma de difusión y publicidad, y que lo más importante que está haciendo Internet es permitiendo que la gente escuche, lea y vea cosas que no podría escuchar, leer y ver de otra manera. El hecho de que esté bien o mal es otra historia.

Inés (La palabra pronunciada): No me parecen mal, está claro que lo único que se consigue es hundir la industria librera (o musical) pero es una forma demasiado fácil de llegar a todo, y con los tiempos que corren, más.

June (Novelas y palomitas): Que me gustan. Ja,ja. En fin, un poco de ilegalidad mantiene la balanza equiparada, el ying yang: En todo lo malo hay algo bueno y en todo lo bueno hay algo malo. No podría ser de otro modo.

Lady Boheme (Leo, luego existo): Tema complicado. Primero habría que decidir qué es exactamente ilegal, y qué diferencia hay entre que un amigo me preste un libro y que ese mismo libro (que tiene alguien que conozco) por comodidad, por no llevar peso, etc., prefiera leerlo digital (y sin pagar, porque iba a hacerlo así igualmente). Es un tema preocupante, primero porque hay un abuso importante en los precios, jamás pagaría más de 3 euros por un libro digital (menos, sí que lo he pagado), jamás compraría contenido digital sujeto a DRM, yo comparto mis libros con quien yo quiera, en papel o digitales. Segundo, personalmente me falta el préstamos de ebooks (que no ereaders) en las bibliotecas. En otros países, se prestan sin problemas, con una pequeña aplicación que los borra a los 15 días o el mes. Y para terminar (aunque este tema daría para mucho), veo necesaria una web "legal" donde descargar los libros exentos de derechos de autor sin pagar. Si quiero leer a Dickens, a Cervantes, etc., no tengo por qué pagar dinero (siempre y cuando tanto el libro como la oportuna traducción, estén libres de derechos). Creo que no te he contestado a la pregunta, pero personalmente pienso que la piratería del libro responde a una necesidad que no se está cumpliendo: la de tener buenos contenidos digitales a precios razonables. 

Laura (Caminando entre libros):  ¿Puedo pasar palabra? Es una pregunta peliaguda y un tema mucho mas complejo de lo que parece. Reconozco que en ocasiones descargo, aunque muchas veces es como apoyo a un libro que ya tengo en formato físico y difícil de llegar. Pero también compro, y mucho... Tal vez si los precios de las grandes editoriales y novedades fueran mas bajos, y las bibliotecas tuvieran mas catalogo (y varios ejemplares disponibles) no seria tan acusado el problema. De todos modos creo que esta es una situación que difícilmente tiene vuelta a atrás y el mercado debería adaptarse a ella.

Lourdes (Libros que voy leyendo): Creo que el problema reside en el precio de los libros en formato tradicional. Los elevados precios y la facilidad de conseguir un libro gratuitamente en Internet han hecho que el ritmo de descargas ilegales haya crecido vertiginosamente. Lo ideal sería que el formato electrónico tuviera un precio más asequible, apto para todos los bolsillos, pues los que amamos la lectura necesitamos que siga habiendo escritores, y los escritores necesitan tener ingresos para poder vivir de ello.

Manjo Exlibris (Las mariposas producen huracanes):  Mientras no bajen los precios prohibitivos, me temo que son necesarias para que la lectura llegue a todo el mundo. Y quien dice lectura dice cualquier cosa. Pienso que el principal problema son los intermediarios, si no existieran llovería a gusto de autores y lectores. 

Marisol (El marcapáginas de mis libros):  Este tema es muy espinoso. La cultura está muy cara en España, y además de estar cara no te compensa. Aquí compras un disco normal y corriente por 20€, en otros países gastas 10€ o menos por ese disco, o quizás si gastes esos 20€, pero además del disco te viene algún DVD o algo así, entonces si que amortizas ese dinero. Lo mismo pasa con los libros, para la gente que leemos mucho, es una ruina  gastarte una media de 20€ en un libro que acaba de salir. Asimismo es el cine, aún con carnet joven, la entrada me cuesta 7€, solo la entrada, para los jóvenes que apenas nos llega dinero esos 7€ duelen. Aún así, me encanta ir al cine, no es lo mismo que verlo en tu casa, también me encanta tener el libro en las manos, y tocar el papel, y tener el CD original es genial. Pero siendo tan caro todo, es completamente normal que la piratería esté como está.

Pilar (Con un libro en la mano): Es un tema tan polémico y difícil de solucionar a gusto de todos, que es complicado pronunciarse al respecto. Creo que hay que proteger los derechos de los autores y las editoriales, pero también creo que las descargas, en este caso de libros, ayudan a extender la cultura a lugares pequeños y remotos, en los que es difícil encontrar librerías. Hay que añadir que, incluso en grandes capitales, los libros desaparecen en pocos meses de las librerías, dejando paso sobre todo a las novedades, por lo que  es difícil conseguir determinados títulos. ¿La solución? Supongo que pasa por los libros digitales a precios asequibles.

Sandra (Estantes llenos): Hace relativamente poco que tengo un e-book y confieso que al principio caí en la tentación de descargar algún que otro libro, pero quedé totalmente insatisfecha con la calidad de la lectura y acabé comprando. También cabe decir que en dos ocasiones he intentado comprar libros que no he podido adquirir porque la descarga en la librería on-line me ha dado problemas, lo que me ha llevado a adquirirlo gratuitamente. No estoy de acuerdo con las descargas masivas, pero teniendo en cuenta la cantidad de libros que compro al cabo del año supongo que uno o dos libros descargados no deben suponer un gran problema.

Tatty (El universo de los libros):  Pienso que hay que buscar un punto de equilibrio. Centrándome en los libros que es el tema que más cercano tengo, creo que es un abuso tanto por parte de la persona que descarga ilegalmente, como por parte de quien pretende vender un ebook tres o cuatro euros más barato que el propio libro físico. Desde mi punto de vista habría que buscar una solución que beneficiase a ambas, que estuviese regulado de alguna manera.

Verónica (El librero de Tetsu Hana): No soy partidaria, sin embargo a veces entiendo las razones y motivos de por qué lo hacen, no lo apruebo ni lo fomento pero no me niego a entender. Creo que si se pusiera un precio justo a los libros en general no existiría tal vez tantos problemas de descarga ilegal, los libros que son publicados por editoriales suelen ser más caros de lo que deberían y los ebooks, a veces tienen el mismo precio que uno físico, eso no debería ser así, no pueden valer lo mismo, sin embargo dar el precio justo por el trabajo de un autor sería más fácil de que los que gustan de leer lo adquieran de forma legal. Desafortunadamente para todos, todo gira en torno al dinero, que es lo que influye para que se puedan adquirir libros con mayor o menor facilidad. Para que el autor viva bien se necesita dinero, para que el lector lea más libros se necesita dinero; en fin, el factor problema es el dinero, los lectores digitales de libros son costosos, las editoriales buscan ganancia, los lectores no siempre cuentan con el dinero necesario para libros, a veces solo alcanza para uno. En fin, creo que para evitar el problema de la descarga ilegal lo principal es buscar una solución satisfactoria para todas las partes, al menos es mi perspectiva y opinión.

Virginia (La vida secreta de los libros): Una pregunta algo complicada que ha sido debatida en infinidad de ocasiones y la verdad que me es un poco imposible posicionarme a favor o en contra. Por una parte, entiendo el por qué de su existencia sobre todo en países latinoamericanos en los que es más difícil que los libros lleguen a sus tiendas, también es verdad que los elevados precios de las novelas y la enorme oferta que hay actualmente en el mercado no ayudan para nada a que se vendan más libros en papel. Con tantos libros a nuestro alcance y con una capacidad limitada de gasto, los lectores a veces nos vemos obligados a elegir qué libro compramos, y cuáles pedimos prestados, sacamos de la biblioteca o, en última instancia, nos descargamos de Internet. Lo que sí que es verdad es que si "x" lector tiene muchas ganas de leer un libro se lo va a comprar, creo que las descargas se utilizan más para leer libros que te llaman la atención pero que tampoco te "mueres por leer", es decir, que igualmente no te comprarías, te lo descargas porque es gratis y está a tu alcance pero probablemente si no hubiera sido así no te hubieras gastado ni un euro en adquirirlo. Al igual que a veces pasará al contrario, te descargas un libro, lo lees y te gusta tanto que lo quieres tener en formato físico, así que vas a tu librería y te lo compras, a mi me ha pasado a veces el que alguna amiga me preste un libro y al gustarme tanto ir a comprármelo aunque ya lo haya leído. Por otro lado, también entiendo a las editoriales y a los autores, ya que sacar al mercado un libro supone bastante trabajo y dinero, y no es plato de buen gusto ver que no logras unas ventas simplemente por el hecho de que la gente se lo descargue. Aunque en este punto volvemos a lo mismo, si el libro gusta la gente se lo va a comprar igualmente. Como consumidora también me gustaría destacar algo que ya he mencionado antes por encima, y que es el elevado precio de los libros... la media en romántica adulta es de 20 euros y la de juvenil en unos 16. No todo el mundo cuenta con esa cantidad para poder gastársela en libros y más los jóvenes que tienen que tirar de su paga mensual o de que sus padres se apiaden y te compren el libro, y como mucho adquirirán uno al mes de los, pongamos. 20 que salen a la venta mensualmente. Creo que una forma de luchar contra las descargas es bajando, en la medida de lo posible, el precio de los libros para que estos sean más asequibles, al igual que una mayor distribución a nivel internacional para que gente de todo el mundo pueda hacerse con el libro sin necesidad de tener que descargárselo de la red.

 

 

Tu pareja te va a regalar un libro que seguro desconoces. ¿Qué palabra te gustaría ver en el título?

 

Ana (Mi sala de lectura):  Ahora mismo me gustaría que tuviese la palabra felicidad.

Analia Alvira (La librería de Brisa): ¡Que pregunta! Tantas palabras son las que me gustaría ver en un libro, pero me conformo con ver una palabra que sea sinónimo de amor, de romance, como amante que soy de la novela romántica.

Aran (Espíritu libre): Siendo mi género favorito la novela romántica debería decir "....amor", pero como no me fío, y también me gusta el suspense, me voy a quedar con "misterio...".

Consuelo (Libros que hay que leer): Algo relacionado con los libros. Me gustan los libros sobre libros (metaliteratura, creo que se llama) así que me siento muy atraída por este subgénero. Títulos como "La ladrona de libros". "El taller de los libros prohibidos", etc... me llaman mucho la atención. 

Dsdmona (El mundo de Dsdmona): Sospecha, cadáver, investigación, juez, desaparición. Y es que me encanta la novela negra.

Elena (Mi vida sin libros): Quizás la palabra "secreto" o "amor". Por estar relacionadas con los géneros que más suelo leer.

Inés (La palabra pronunciada): Diario, sin dudarlo; soy una apasionada de los diarios.

June (Novelas y palomitas):  Esperanza, probablemente en latín o griego.

Lady Boheme (Leo, luego existo): Realmente me da igual. Ahora mismo me viene a la mente la palabra "laberinto", pero el título no es importante, siempre y cuando la historia que hay detrás sea buena. 

Laura (Caminando entre libros): No suelo tener problemas en leer cosas nuevas, a veces me guío por los títulos, aunque suele ser más por las portadas (imágenes, pero sobre todo formato y tipografía). Lo que si tengo muy claro es el tipo de palabras de las que suelo huir: Código, club, templario, Da Vinci, Magdalena,... Después del boom del "Código Da Vinci" en 2003, y las posteriores novelas que salieron a la luz, es un tema que me genera rechazo. Aunque siempre estoy dispuesta a dar una oportunidad si alguien de confianza me lo recomienda. 

Lourdes (Libros que voy leyendo):  Solo hay una palabra que podría hacer que un título fuera realmente importante para mí sin mirar el argumento: ohana, pues tiene un significado muy especial para nosotros dos. En el resto de los casos el título es importante pero no tanto como el argumento, que es lo que realmente me inclina o no hacia un libro.

Manjo Exlibris (Las mariposas producen huracanes): Ninguna en especial, la verdad. Espero más de la historia que del título.

Marisol (El marcapáginas de mis libros):  Juego

Pilar (Con un libro en la mano): No hay ninguna palabra en especial que me gustaría ver en un título, pero es verdad que muchas veces busco títulos que despierten mi curiosidad, que me sugieran algo y me llamen la atención. Por ejemplo, dos títulos que últimamente me han hecho decidirme por comprar un libro: La nostalgia de los átomos y Cosas que me gustaría que supieran mis hijas.

Sandra (Estantes llenos): "Libros". Me encantan las novelas que hablan sobre libros.

Tatty (El universo de los libros):  Difícil definir el contenido de un libro en una sola palabra pero me quedo con familia, siempre que en la historia hay una me suele gustar el libro así que sería equivalente a que voy a disfrutar de su lectura.

Verónica (El librero de Tetsu Hana): Extraña pregunta, no suelo escoger un libro por su titulo, por ende si mi pareja me fuera a regalar un libro de antemano me habría preguntado cuáles quiero o me regalaría uno que él quisiera que leyera. Por ende, no importa el titulo o las palabras de este, lo importante es el contenido del libro.

Virginia (La vida secreta de los libros): Pues la verdad que no me suelo fijar mucho en los títulos, solo lo hago cuando estos son raros o se salen de lo común con una palabra en otro idioma o de esas impronunciables. Normalmente me fijo más en la sinopsis de los libros, y las que más me suelen llamar la atención son las que contienen las palabras misterio, antigua profecía, muertes misteriosas y por supuesto, romance. Los libros del tipo El código Da Vinci de Dan Brown, Juliet de Anne Fortier o El ocho de Katherine Neville, me suelen gustar muchísimo porque combinan todos esos factores que me atraen.

 

 

Ha llegado la hora de desvelar el secreto que celosamente guardáis las blogueras literarias: ¿dónde se esconde el tiempo?

 

Ana (Mi sala de lectura):  Je,je, ¡ese secreto jamás será desvelado!

Analia Alvira (La librería de Brisa): Para mi el tiempo se esconde en un libro, porque al naufragar en él, viajas al pasado, en otros casos, me he zambullido en un presente eterno y, muchas veces he viajado al futuro. En un libro, el tiempo no pasa, es allí en donde permanece inmune a los cambios del mundo.

Aran (Espíritu libre): Supongo que la motivación es importante. Si algo te gusta y te hace ilusión, encuentras tiempo, aunque no sea todo lo que te gustaría. 

Consuelo (Libros que hay que leer):  Ja, ja, ja. Yo creo que se trata de aprovechar el poco tiempo que tenemos para dedicarlo a lo que más nos gusta. Por ejemplo, yo siempre llevo el ereader en el bolso. Hoy he podido leer media hora en la calle, paseando calle arriba, calle abajo, empujando la silla de mi bebé con una mano y sujetando el ereader con la otra, mientras intentaba dormirla. Por aprovechar, aprovecho hasta el tiempo que estoy en el baño, donde ¡siempre tengo un libro, por si las moscas!

Dsdmona (El mundo de Dsdmona): El tiempo se esconde detrás de cada parada del metro, de cada segundo robado al sueño, de aprovechar algunos minutos para programar entradas, en tardes libres para escribir reseñas para cuando toque. Además en mi caso hacer fotos, ir al cine y al teatro y contarlo para que la gente descubra aquello que me gusta y me hace sentir viva. Hace mucho tiempo que digo que mi día empieza a partir de las 3 de la tarde, justo el momento en que salgo de trabajar y me dedico a aquello que me apasiona.

Elena (Mi vida sin libros): Yo apenas tengo tiempo para conectarme, solamente que intento organizarme bien los fines de semana y escribir las reseñas o las entradas para el blog. En cuanto a poder leer, cojo el autobús 4 veces al día y las esperas en la parada son largas, así que suelo leer mientras. Además, por las noches si no leo un rato (u horas, si el libro me engancha) no puedo dormir.

Inés (La palabra pronunciada):  ¿Te refieres al tiempo para leer? En mi caso se esconde en el poco tiempo que le dedico a la televisión. El no tener Oposiciones me ha ayudado a suplir las horas de estudio por horas de lectura, para no perder el hábito.

June (Novelas y palomitas): El mío, por suerte y ahora, no se esconde, se dilapida. Más adelante, ya veremos. Quizá entonces deba yo preguntar a mis compañeras/os de la blogosfera cómo lo hacen.

Lady Boheme (Leo, luego existo): ¿Tiempo? ¿Qué es eso? Yo lo robo de donde puedo: viajes en autobús, ratos muertos en el trabajo, dormir menos... 

Laura (Caminando entre libros):  Pues si alguien lo sabe que me lo diga... Para mi, se esconde en los pequeños momentos: repasar la exposición de la mañana mientras tomas el café, aprovechar a leer en los 10 minutos escasos de autobús. El secreto esta en combinar dos o mas actividades sencillas en un mismo momento, rascando minutos al día. Yo en eso soy experta.. Te lo dice una persona que durante unos meses de su vida estudiaba dos carreras y tenia dos trabajos.

Lourdes (Libros que voy leyendo): Aprovecho cualquier instante libre del día para leer. Tengo varias lecturas en marcha simultáneamente, de esta manera, si uno de los libros es muy grueso, no me lo llevo al transporte público y me llevo el lector electrónico o uno más fino. También he comprobado que he reducido bastante mis horas de sueño, porque leyendo es como si soñara despierta, y para mí es una manera de desconectar y descansar.

Manjo Exlibris (Las mariposas producen huracanes):  Para mí, con la carga de los estudios y demás, se esconde en algunos ratos que robo a otros menesteres. O si sé que voy a estar muy liada un tiempo concreto, guardo en borrador algunas entradas, por si acaso tengo que hacer uso de ellas. 

Marisol (El marcapáginas de mis libros): Últimamente, con los largos viajes que tengo que dar en bus para llegar a la universidad, leo mucho en el autobús, ya que tengo la suerte de no marearme. También leo algo por la noche, antes de dormir. Cuando tengo vacaciones leo muchísimo; en la playa, en el sofá tras comer... Siempre hay algún hueco para dedicarlo a la lectura.

Pilar (Con un libro en la mano): Entiendo que la pregunta se refiere a de dónde sacamos tiempo para leer y reseñar. En mi caso, al hacerse mayores mis hijos, tengo más tiempo libre por las tardes para dedicarlo a mi afición favorita. Además, cualquier momento es bueno para sacar un libro: los transportes, una sala de espera…

Sandra (Estantes llenos): ¡Me encantaría saberlo! Mi tiempo libre es escaso y la verdad es que hay días en los que me cuesta encontrar un rato para leer. Cuando un libro me atrapa he de reconocer que soy capaz de comer con el libro delante o de meterme en la cama y no apagar la luz hasta morirme de sueño.

Tatty (El universo de los libros):  Pues en mi caso el tiempo es robado minuto a minuto a otras actividades, así que me encantaría descubrir ese escondite y disponer de unas horas más cada día.

Verónica (El librero de Tetsu Hana): No creo que ese sea mi secreto celosamente guardado, y ciertamente no sé hacia qué está enfocada la pregunta. El tiempo, a mi parecer, no se esconde, solo pasa, y no importa si pasa mientras lo vivas al máximo y lo disfrutes.

Virginia (La vida secreta de los libros): Jajajaja. Pues sinceramente ni yo misma sé de donde saco el tiempo para leer tanto, intentamos estirarlo lo máximo aprovechando cualquier instante para leer aunque sea unas pocas páginas: trayectos en transporte público, esperas en colas... A mi me gusta mucho leer por la noche, así que muchas veces mi tiempo de sueño se ve reducido por la lectura.  Además que el ser bloggero también implica, aparte del tiempo de lectura, el tiempo que le dedicas al blog y a las entradas, que si estas son sencillas en media hora puedes haberla hecho, pero como quieras hablar de un libro, una saga... entre que buscas información, redactas la entrada y demás échale 2 o 3 horas. Creo que todos los bloggeros estaríamos encantados de tener el giratiempo que posee Hermione Granger en Harry Potter, ¡contaríamos con un tiempo indefinido de lectura!

 

 

¿Con qué sueñas?

 

Ana (Mi sala de lectura):  Hoy por hoy tengo muchos sueños, pero muchas veces sueño despierta que mi hija lee a mi lado y debatimos sobre un libro, jeje. Parecerá una tontería pero en mi familia soy la única amante a la literatura y es complicado que me entiendan a veces, jejeje.

Analia Alvira (La librería de Brisa): Sueño con pasar horas y días secuestrada en una biblioteca en la cual solo haya libros románticos.

Aran (Espíritu libre): Sueño con ir consiguiendo lo que me proponga. 

Consuelo (Libros que hay que leer):  Ahora mismo, con dormir toda una noche de un tirón. Con un bebé que no para de despertarse por las noches, mi mayor sueño es dormir.

Dsdmona (El mundo de Dsdmona): No recuerdo lo que sueño. Hace algún tiempo pensaba que no soñaba hasta que alguien me dijo que todo el mundo lo hace y que el hecho de no recordarlos no significa que no lo hagamos, así que mis sueños se quedan muy adentro.

Elena (Mi vida sin libros): No suelo recordar mis sueños, así que difícil. Si se refiere a lo que anhelo en la vida, pues es bastante simple pero complicado de mantener: quedarme como estoy, que nada cambie y seguir manteniendo mis seres queridos a mi lado.

Inés (La palabra pronunciada):  Sueño con formar una familia, la formé el día que me casé, pero sueño con aumentar su tamaño. Sueño con que la maldita enfermedad que hunde el mundo acabe en 2012. Sueño con tener un trabajo fijo y no cambiar de instituto cada año. Sueño con un trabajo estable para todos los míos. Sueño con apasionar con la lectura a mis alumnas y alumnos. Les hablo ávidamente de cada libro que leo, les nombro títulos, autores, resúmenes para ver si entre los 30 que llenan cada clase, consigo que alguna o alguno se apasione como yo lo hice en su día. Sueño tantas cosas que me paso el día soñando.

June (Novelas y palomitas): Sueño con volver a los escenarios, pero me encuentro demasiado oxidada para volver a empezar. Requiere mucha energía y estabilidad emocional. Pero nunca se sabe ¿no?

Lady Boheme (Leo, luego existo): ¿Cuando duermo? Mis sueños son como películas, a veces rarísimas, pero siempre con un argumento. El problema es que apenas recuerdo lo que sueño al despertar. En el mundo real, y ahora mismo, sueño con tener tiempo para leer.

Laura (Caminando entre libros): Creo que eso es algo que aun no he descubierto. Se dice que no lo sabes hasta que no has vivido suficiente, que los jóvenes no tenemos claro lo que queremos. Y para mi es verdad en cierta manera... Supongo que la estabilidad y la familia es un elemento recurrente en mis sueños de futuro.

Lourdes (Libros que voy leyendo): Tengo muchos sueños, ¡y no los puedo revelar para que se cumplan!

Manjo Exlibris (Las mariposas producen huracanes):  ¿Ahora mismo? Con volver a ayer a esta misma hora. Estaba muchísimo mejor. Y si pudiera ser que se repitiera cíclicamente...

Marisol (El marcapáginas de mis libros):  Con muchas cosas: viajar; que se resuelvan los conflictos en países como Corea del Norte, China, o los países de Oriente Medio; que se acabe la corrupción y la caradura de los políticos; conocer a mucha gente...

Pilar (Con un libro en la mano): Tengo muchos sueños. Entre los grandes, que nuestros hijos hereden un mundo con más equilibrio entre ricos y pobres, sobre todo. Como sueño pequeño y personal, tener tiempo para viajar a los lugares que describen los libros que leo.

Sandra (Estantes llenos): Con la oportunidad de tener mi propia librería.

Tatty (El universo de los libros): Simplemente con ser feliz cada día porque eso significa que tengo todo lo que necesito.

Verónica (El librero de Tetsu Hana): Con muchas cosas: realizaciones personales, bienestar personal y familiar, en la conciencia de la gente por nuestro mundo, viajar, crecer, vivir.

Virginia (La vida secreta de los libros): Es un poco tópico pero con un mundo mejor, donde no haya tantas diferencias de clases, donde ni el rico sea tan rico ni el pobre tan pobre. Y por supuesto un mundo donde la gente lea más, que no puede ser que en pleno siglo XXI digas que te gusta leer y la gente te mire raro.

 

 

En una palabra, un deseo para el 2012.

 

Ana (Mi sala de lectura): Salud.

Analia Alvira (La librería de Brisa): Es mi deseo que en la Argentina, el próximo año, lleguen muchísimas publicaciones de todos los libros que salen en España y Estados Unidos, porque implorarle a las editoriales para que traigan un libro es vergonzoso.

Aran (Espíritu libre): Felicidad.

Consuelo (Libros que hay que leer): Suerte.

Dsdmona (El mundo de Dsdmona): Que sea al menos igual que el 2011 y si puede ser un poquito mejor tampoco le haremos ascos.

Elena (Mi vida sin libros): Salud, el resto vendrá solo.

Inés (La palabra pronunciada): Trabajo. (aunque como decía mi gran abuela "Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy").

June (Novelas y palomitas): Colectivismo.

Lady Boheme (Leo, luego existo): ¿Sólo uno? Creo que para afrontar este 2012 nos hacen falta muchos deseos, pero si me quedo sólo con uno, que salgamos de la crisis ya del todo y tardemos MUUUCHOS años en volver a ver una crisis como esta. 

Laura (Caminando entre libros): Plenitud.

Lourdes (Libros que voy leyendo): Felicidad.

Manjo Exlibris (Las mariposas producen huracanes): Lo de la paz en el mundo está muy manido, así que mi deseo es estabilidad

Marisol (El marcapáginas de mis libros): Suerte.

Pilar (Con un libro en la mano): Que no vayamos a peor.

Sandra (Estantes llenos): Libros.

Tatty (El universo de los libros): Esperanza, creo que todo lo que estamos viviendo ha hecho que mucha gente la pierda y sin ella es imposible ser feliz.

Verónica (El librero de Tetsu Hana): Felicidad.

Virginia (La vida secreta de los libros): Trabajo.