Cacocracia

04.06.2015 18:25

Un poco cansado ando ya de oír decir que la democracia es el sistema menos malo. La sentencia no suele llegar a pelo, lo normal es que aparezca revestida de cierto tufillo de resignación, razón de más para que uno se ponga a pensar si este es realmente el culmen de nuestra civilización, la mejor forma de organización a que aspiramos los humanos. Triste sería admitirlo, desde luego.

Y mira que la palabra democracia es bonita. Hasta su significado: el gobierno del pueblo, de la mayoría. Pero esto es solo teoría. La mayoría lo que hacemos es poder optar por grupos que dicen representarnos y luego se representan a ellos mismos. Porque que yo sepa, nadie pide que lo represente un corrupto, un ladrón, un interesado, un oportunista, un chaquetero, un mamarracho o un imbécil. Es lo que tiene el sistema, que cualquiera puede ser elegible. Los partidos no seleccionan con criterios estrictamente científicos, no utilizan más filtro que el de la fidelidad borreguil, y así nos encontramos con que cualquier tonto puede llegar a ser concejal, hasta alcalde si tiene la habilidad de camuflar su torpeza e ignorancia.

Qué quieren que les diga, a mí no me convence esta democracia con tintes de cacocracia. Estoy convencido de que se podría dar un paso más, perfeccionar el sistema, tender a una aristocracia en su estricta interpretación etimológica, esto es, el gobierno de los mejores. A una meritocracia. En mi opinión, cualquiera no debería poder ser político. ¿No se le exige una dedicación, unos conocimientos, un enorme esfuerzo al médico, al juez, al policía? ¿Cualquiera puede operar a corazón abierto? ¿Cualquiera puede juzgar intrincados asuntos legales? ¿Cualquiera puede empuñar un arma y velar por la seguridad? Entonces ¿por qué cualquiera puede ser político? ¿Por qué se permite que ineptos y mediocres puedan llevar las riendas del interés colectivo? ¿Es de sentido común que para algo tan importante no exista más requisito que afiliarse a un partido?

Algún día esto tendrá que cambiar. Mientras tanto, ahí andan los electos: intercambiando municipios y autonomías como si fueran cromos: te doy la Comunidad Valenciana a cambio de la Andaluza, ¿qué pides por entregarme Cádiz?, ¿cómo nos repartimos Madrid? A ver si se mentalizan de una vez por todas, señores políticos, que los ciudadanos no han depositado en ustedes la confianza  para que utilicen el voto en su propio beneficio, mucho menos se les ha concedido la libertad de vender, alquilar o prostituir ese apoyo. Los ciudadanos les han votado para que propongan proyectos, para que valoren con objetividad lo que propongan otros y para que actúen pensando en el beneficio del pueblo, no el de su partido. Para que trabajen con buena fe, dedicación y sapiencia. Pero para ello las listas de candidatos, hasta en los municipios más pequeños,  las deberían confeccionar gente seria y responsable, no Mortadelo, Sacarino y compañía.